Redacción. Madrid
La Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (Aespi) y UCB Pharma han presentado la Guía de Recursos para las personas con Síndrome de Piernas Inquietas y SPI: Evidencias y Perspectivas, con el objetivo de proporcionar, tanto a pacientes como a especialistas, los conocimientos necesarios para mejorar el abordaje de la enfermedad. En la actualidad, cerca del 10-15 por ciento de la población adulta española vive con síndrome de piernas inquietas (SPI). Sin embargo, se calcula que los pacientes correctamente diagnosticados no superan un 30 por ciento de los casos, principalmente debido a la escasa concienciación social y al desconocimiento en torno a la posibilidad de tratamiento del SPI.
Portadas de las guías para profesionales y para pacientes.
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“Sin la importante contribución que realizan laboratorios farmacéuticos como UCB Pharma, no solo en investigación sino también en programas de información y concienciación, los tratamientos estarían mucho menos evolucionados, lo que sin duda acabaría repercutiendo en la calidad de vida de las personas afectadas”, explica Javier Albares, neurofisiólogo clínico en el Instituto Universitario de Dexeus de Barcelona y de la Clínica del Sueño Estivill.
“Esta guía para pacientes, además de ayudar a los enfermos, facilitará en gran medida el trabajo del médico, ya que con toda la información que contiene podrán establecer una mejor comunicación entre ambas partes”, comenta Esperanza López, presidenta de Aespi. La publicación, que incluye algunas herramientas útiles como un cuestionario abreviado, un sencillo diario, además de historias reales de pacientes entre otros, se distribuye a través de la asociación de pacientes, no solo entre los asociados, sino también entre los asistentes a las múltiples conferencias que la organización realiza por todo el país.
La guía SPI: Evidencias y perspectivas, dirigida a profesionales médicos, proporciona un resumen conciso sobre los conocimientos actuales acerca del SPI y repasa los datos que respaldan las recomendaciones actuales para lograr un diagnóstico rápido y, en el caso del SPI moderado o severo, para proporcionar los tratamientos farmacológicos adecuados. “Se trata de describir los aspectos más interesantes de la enfermedad, como sus características clínicas, diagnóstico, prevalencia, fisiopatología, impacto sobre los pacientes y tratamientos disponibles”, explica el neurofisiólogo.
La falta de concienciación y conocimiento sobre el SPI y la amplia variación en la frecuencia e intensidad de los síntomas, así como su inespecificidad, son dos de las principales causas que pueden dar lugar retrasos en la detección, diagnósticos incorrectos, y a un tratamiento inadecuado. “Esta guía puede resultar útil a una gran variedad de profesionales médicos. Por ejemplo, es imprescindible que los colegas de atención primaria sepan reconocer la enfermedad, debido al alto volumen de pacientes que atienden, para que así puedan derivarlos a un especialista. Además, psiquiatras y reumatólogos también deben conocerlo, puesto que el SPI tiene una gran comorbilidad con las patologías de esas áreas”, argumenta Albares.
La guía se ha llevado a cabo a partir de una exhaustiva revisión de los artículos científicos publicados hasta la fecha a nivel internacional, para disponer de los datos más completos y actualizados posibles. “De esta forma, los profesionales sanitarios no familiarizados con esta enfermedad pueden obtener una completa información sobre la patología que les permita al menos sospechar su presencia entre algunos de sus pacientes”, describe el especialista.
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